Por: Jonathan Cortés.
Tepoztlán, Morelos. El pasado viernes 30 de mayo, el plantel educativo Conalep Tepoztlán vivió una jornada sin precedentes al celebrar por primera vez su Feria del Libro, un evento que reunió a estudiantes, docentes, libreros y artistas con un objetivo común: fomentar el amor por la lectura en las juventudes.
Con esta iniciativa, se busca motivar a los estudiantes a descubrir el mundo de los libros desde sus propios intereses, brindándoles acceso a distintos géneros literarios y espacios de aprendizaje alternativo.
La feria contó con la participación de diversas librerías públicas e independientes, tanto del municipio de Tepoztlán como de otros municipios invitados, que ofrecieron una amplia variedad de títulos y propuestas editoriales. La presencia de estos espacios no solo acercó los libros a los estudiantes, sino que también promovió el consumo local y el intercambio cultural.
La asistencia de alumnas y alumnos fue entusiasta, y muchos de ellos aprovecharon para hojear, leer, preguntar y adquirir libros, marcando un primer acercamiento —para algunos— con la literatura desde una experiencia distinta a la escolarización formal.
Aprender jugando: La Jugarreta, un espacio lúdico para estudiantes
Uno de los espacios más aclamados por el público fue La Jugarreta, un proyecto dedicado al aprendizaje lúdico y la participación juvenil. Este espacio permitió a explorar habilidades de forma dinámica y entretenida, con juegos, retos y actividades que estimulaban tanto la creatividad como el pensamiento crítico.
La programación del evento fue amplia y diversa. A lo largo del día, se ofrecieron talleres interactivos, presentaciones de cuentacuentos, y una charla con invitados especiales que compartieron sus experiencias en el mundo de la lectura, la escritura y la cultura.
Uno de los momentos entrañables entre estudiantes fue la participación de la rondalla estudiantil del Conalep Tepoztlán, que deleitó al público con un emotivo repertorio musical. Además, un grupo de mimos recorrió el recinto interactuando con los asistentes, provocando carcajadas y momentos entrañables entre los estudiantes.
Una feria que llegó para quedarse.
La organización del evento corrió en gran parte a cargo del propio alumnado, con el acompañamiento de docentes y directivos. Esta participación activa dio un sello especial a la jornada, mostrando que los jóvenes no solo están interesados en la cultura, sino que pueden ser protagonistas de ella.
La comunidad educativa expresó su deseo de que esta no sea una edición aislada, sino el inicio de una nueva tradición anual, institucionalizada dentro del calendario escolar y encabezada por los propios estudiantes, como una manera de fortalecer su desarrollo integral.
“Queremos que esta feria se convierta en una tradición, en un espacio donde los estudiantes puedan seguir creciendo, aprendiendo y descubriendo lo que los apasiona”, comentó uno de los docentes organizadores.
Con esta primera Feria del Libro, el Conalep Tepoztlán se posiciona como un referente de innovación educativa en la región, al apostar por una formación más humana, creativa y conectada con el arte y la cultura.
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