La pregunta que surge luego de valorar las casi dos semanas de lluvia diaria es: ¿en realidad nos salvamos de sufrir los embates de una sequía severa y prolongada?, la respuesta es no. No nos hemos salvado de los efectos de la sequía, pues la realidad es que, Tepoztlán padece desde hace al menos una década de esta sequía, y el hecho de que ahora esté lloviendo considerablemente más que el año anterior, solo es una muestra de los efectos del cambio climático que vivimos a nivel global.
A pesar de los índices de lluvia recientes, no tenemos que perder de vista que nuestra responsabilidad para con el medio ambiente no tienen porqué terminar. Antes al contrario, nuestra responsabilidad, después de sentir los efectos de una crisis hídrica de grado severo, nuestro sentido de la responsabilidad ambiental es mayor.
Solo digo.
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