Orígenes de la tradición de la noche de Reyes - Alan Cortés Romero

Por: Alan Cortés Romero. | Para leer más de este autor clic aquí.

La noche del 5 de enero de cada año es un tiempo muy especial para los más pequeños de las casas, quienes con ansias esperan la llegada de los Reyes Magos de Oriente, que durante la mágica noche habrán de entregarles los regalos que pidieron en su carta, esa que es enviada mediante el servicio postal, o que fue dejada en el árbol de Navidad o junto al par de los zapatos, esa cuya frase sacramental de inicio es: "Queridos Reyes Magos", pero... en realidad pocos conocen los orígenes de estos sabios o "magos" de oriente.

No eran magos, eran astrólogos

Lo primero que debe saberse y quedar en claro, es que en la única mención que se tiene de estos personajes, la tenemos en el Evangelio de San Mateo, en el que se cuenta de unos "magos" que guiados por una estrella viajaban para adorar al rey de los judíos que acababa de nacer; pero nunca se mencionan sus nombres, ni se dice que fueran reyes, ni mucho menos que fueran tres. El relato continúa diciéndonos que Herodes el Grande, rey de Judea en aquellos tiempos, al enterarse de la noticia, mandó llamar a los magos para decirles que una vez que hallaran al niño volvieran para comunicárselo y que él también pudiera adorarlo. Tras abandonar el palacio y guiados por la estrella, los magos encontraron al niño en un establo de Belén junto a María y José; ya allí los sabios le ofrecieron oro, el metal de los reyes, incienso, la ofrenda de los dioses; y mirra, anuncio de sus futuros padecimientos. Dice el relato según San Mateo que al tener la advertencia de un ángel los magos no regresaron con el Rey Herodes.

Los que sí describen ampliamente a los magos que visitaron al niño Jesús, son los evangelios apócrifos, en los que el término 'mago' aparece como un sinónimo de 'astrólogo', un sabio que a través de la lectura de las estrellas puede predecir los acontecimientos. Otro testimonio de este pasaje de la historia nos referencia a Quinto Séptimo Tertuliano, padre de la iglesia del siglo III, quien dijo que creyó ver una mención de los Reyes Magos en el Salmo 72 del Antiguo Testamento, que dice: "Que los reyes de Sabá y Arabia le traigan presentes, que le rindan homenaje todos los reyes"; el hecho de que se hubiera determinado que fueran tres puede deberse al hecho de vincularlos con la Santísima Trinidad, lo mismo que los regalos que estos presentaron a Jesús.

El origen de los nombres de los Reyes Magos

Ahora bien, luego de analizar las referencias de los Reyes Magos en La Biblia, analicemos el origen de los nombres de estos, lo que nos remonta a una tradición de la edad media, que los bautizó con los nombres de Melchor, Gaspar y Baltazar, como los conocemos en la actualidad. 

Uno de los antecedentes en que aparecen los nombres de estos personajes se encuentra en una pieza icónica de la literatura española del siglo XII, que además se encuentra resguardada en la Biblioteca Nacional de España, el Auto de los Reyes Magos menciona los nombres de los tres "steleros" (astrólogos), Melchor, Gaspar y Baltazar. Otra aparición de los Reyes Magos ya con sus nombres establecidos se encuentra en el famoso mosaico del siglo VII en la Basílica de San Apolinar el Nuevo, en la ciudad italiana de Ravena. Mientras que, otra referencia más a los Tres Reyes Magos de Oriente nos remonta al siglo XIII, en donde un manuscrito de la época menciona la creencia de que los Magos podían proteger de la epilepsia, rezando al oído del enfermo una oración que contenía los nombres de los tres; así como también se creía que Gaspar, Baltazar y Melchor podían proteger contra el ataque de las brujas y los demonios, por lo que, en algunos puntos de Europa de inscribían las iniciales G, B, M en las puertas de las casas y los establos para salvaguardar a personas y animales.

El culto a los Tres Reyes Magos

Es claro que el culto a los Reyes Magos tuvo su máximo esplendor durante el Renacimiento, cuando grandes maestros de Italia y España recreaban la escena de los tres reyes arrodillados en el pesebre de Belén, ataviados con elegantes trajes y exóticos séquitos.

En la actualidad la festividad de los Reyes Magos, conocida también como La Noche de Reyes, es una celebración cargada de alegría para los pequeños que se caracteriza por las Cabalgatas de Reyes, coloridos desfiles que culminan con las carrosas de sus majestades, Los Reyes Magos de Oriente, de estas destacan la de Madrid, España y en México la de Morelia, Michoacán. En distintas naciones latinoamericanas la tradición dicta que se debe dejar en la ventana de la casa un zapato por cada miembro de la familia para que los Reyes depositen dulces en ellos; en España también existe la tradición de dejar un trozo de turrón y un vaso de leche como ofrecimiento a estos para cuando lleguen a dejar los regalos. Existe la creencia extendida actualmente de que Melchor, Gaspar y Baltazar dejarán un carbón o un terrón de azúcar a los niños traviesos.

La rosca o roscón de Reyes

La infaltable rosca o roscón de reyes tiene sus orígenes en Francia, pero de ella hablaremos en otra ocasión.